En los últimos días, preludio de la primavera que nos llegó, millones de Limeños hemos levantado la mirada hacia el cielo y un pequeño helicóptero nuevo, casi del tamaño de un auto, de color crema, del Gobierno Regional del Callao, nos ha recordado inevitablemente a "Helicóptero" Gonzáles.Todos los días, asistimos siendo víctimas o testigos, de la delincuencia que asalta, atraca, golpea, asesina y roba como un acto repetitivo en Lima, creo con franqueza que el esfuerzo iniciado desde el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana del ejecutivo y el legislativo deberían impulsar la propuesta de "Helicóptero" Gonzáles, que planteó la necesidad de proteger a los ciudadanos de la Lima Emergente desde el aire y con inteligencia.
"Helicóptero" Gonzáles, cuando habló de inteligencia, tenía claro la importancia de contar con instrumentos de alta tecnología para identificar y grabar al hampa que asola la ciudad de Lima, en otras palabras, intervenir antes que los delincuentes consuman sus fechorías, el helicóptero en el aire no sólo servía para perseguir, además para persuadir.
Acción integral, imprescindible de respuesta de la sociedad contra la delincuencia, sumado a otros componentes de esta estrategia nos hubiesen evitado tanto dolor en miles de familias que han sido víctimas y han tenido pérdidas económicas en los últimos nueve meses de gestión municipal metropolitana.
No importa el color del gato sino que cace ratones, por ello, más allá de cualquier reconocimiento al promotor de una propuesta, hay que admitir que la eficiencia de los helicópteros para seguir a la delincuencia, no solamente van a reducir la criminalidad en las calles por el sólo hecho de estar sobrevolando en la ciudad, sino que también hay que implementar los otros componentes.
La capacidad de "Helicóptero" Gonzáles para ponerle al pasado debate municipal una propuesta innovadora, hoy día se ha convertido en una realidad y espero que incorporado los otros elementos, que van integrados al patrullaje aéreo en helicóptero, hagan de la región Callao y otras regiones del país, lugares más seguros para sus vecinos y espero también que el cálculo político no se oponga a que Lima cuente con este tipo de arma disuasiva contra la delincuencia.
